Annabelle Stephenson
En un mundo donde los jóvenes experimentan cada vez más la guerra como videojuegos, la influencia de estas imágenes brutales y impactantes en aquellos que consideran una carrera militar en países democráticos es algo a tener en cuenta. El anuncio de las Fuerzas Armadas Británicas de un juego al estilo de Fortnite refleja no solo su búsqueda de nuevas habilidades, sino también su intento de captar la atención de una generación que de otra manera no estaría interesada en una carrera militar.
Una de las razones por las que los videos de reclutamiento se inspiran en videojuegos futuristas es para atraer la atención de una generación que de otro modo no estaría interesada en lo militar. Los jóvenes en el Reino Unido pueden escuchar acerca de las malas condiciones de vida en lo militar y los problemas con su equipamiento. Una carrera militar puede no parecer la mejor opción para los individuos más talentosos, quienes podrían estar más interesados en convertirse en influencers en redes sociales o en participar en el plan de Elon Musk de colonizar otro planeta.
Por otro lado, si estás interesado en unirte a lo militar, ¿por qué no experimentar el peligro desde la seguridad de tu habitación en el mundo de Roblox?
En un mundo más complejo y multicultural donde los jóvenes pueden tener amigos y familiares fuera de su país, puede ser necesario una campaña publicitaria para hacer que una carrera militar sea más atractiva. Los valores y perspectivas de los adolescentes y adultos jóvenes de hoy en día pueden diferir de los de generaciones anteriores.
Otra razón para utilizar videojuegos futuristas como una forma de captar la atención de esta generación de jugadores es la cambiante naturaleza de la guerra. En el siglo XXI, vemos nuevas tácticas donde la «guerra de información» se convierte en un elemento vital de los conflictos. Esto es evidente en Ucrania y Gaza, donde las afirmaciones y contraargumentos son cruciales en la conducción de estos conflictos en todos los bandos.
Los dominios en los que tienen lugar los conflictos y la competencia están cambiando. ¿Qué tipos de dominios plantearán desafíos a un joven de dieciocho años en 2024 cuando ocupen cargos más altos? Existe la preocupación de que la guerra pronto abarcará tecnologías que actualmente solo se encuentran en la ciencia ficción. Los futuros guerreros pueden trabajar con herramientas y socios basados en inteligencia artificial.
Dominios como el espacio se volverán cada vez más cruciales en las próximas décadas. Los Estados enfrentarán desafíos éticos y estratégicos como nunca antes en la historia. Las sociedades y los ejércitos correrán el riesgo de caer en las trampas de la desinformación en un campo de batalla rico en información en la era digital.
Los estrategas militares necesitarán encontrar formas creativas de engañar al enemigo utilizando herramientas digitales. El engaño, y la capacidad de causar errores en el enemigo, siempre han desempeñado un papel significativo en la guerra, desde tiempos antiguos, como lo describe el filósofo chino Sun Tzu en el siglo IV a.C. La generación criada con juegos complejos e innovadores puede estar idealmente preparada para el campo de batalla del futuro.
El uso de videojuegos en lo militar se extiende mucho más allá de la publicidad ahora. Parece haber un renovado interés entre los miembros de la OTAN en explorar las posibilidades de usar juegos para entrenar a políticos y comandantes militares para conflictos complejos y desafíos globales. Personalmente, he participado en el desarrollo de un juego de rol de mesa inspirado en Dungeons and Dragons, del cual escribí en un artículo.
Los videojuegos parecen atraer la atención de naciones y organizaciones como una manera de involucrar a nuevas generaciones y preparar a los jóvenes para las guerras complejas e inciertas del futuro. Profundizo más en estos temas en mi libro «Teorizando los Conflictos Futuros: Guerra hasta 2049».
Por lo tanto, este anuncio de videojuego inspirado en Fortnite refleja mucho más que simplemente una nueva forma de hacer campañas en las redes sociales. Muestra que lo militar está buscando nuevas habilidades adaptadas a los cambios futuros.
