Annabelle Stephenson
En los albores de la tecnología informática, el Adaptador de Gráficos en Color (CGA, por sus siglas en inglés) marcó un hito significativo en la historia de las capacidades de visualización para PC. Aunque criticado por su limitada paleta de colores y baja resolución, el CGA abrió el camino hacia gráficos vibrantes y detallados que disfrutamos hoy en día en máquinas modernas.
Durante la década de 1980, cuando la tecnología estaba en su infancia, los gráficos por computadora en las PC dejaban mucho que desear. La tarjeta de gráficos CGA era referida de forma burlona como el «adaptador de gráficos mediocre» debido a su rendimiento poco impresionante. Originalmente diseñado para mostrar gráficos de barras, no estaba destinado a admitir las sofisticadas visuales exigidas por los videojuegos. Sin embargo, esta tecnología aparentemente rudimentaria sentó inadvertidamente las bases para el futuro de los videojuegos en computadora.
Avances posteriores en tarjetas gráficas, como la EGA y la VGA, mejoraron enormemente la calidad de los gráficos en las PCs, dejando al CGA principalmente en máquinas económicas como el Amstrad PC1512. Sorprendentemente, la compatibilidad del software con el CGA persistió hasta bien entrados los años 90, con incluso el sistema operativo Windows 3.0 capaz de ejecutarse en esta tarjeta vintage.
La versión básica del CGA utilizaba apenas 16 KB de memoria y admitía una paleta de 16 colores. En aquellos tiempos primitivos, ocho de estos colores eran básicamente dos intensidades de los colores primarios – rojo, verde, azul y negro. Además, con la inclusión de un cuarto bit, los usuarios podían modificar la «intensidad» de los colores, permitiendo una apariencia de profundidad de color de 4 bits.
Por supuesto, no todos los 16 colores podían mostrarse simultáneamente en la pantalla. El modo de texto ofrecía una pantalla de 16 colores a una resolución de 640 x 200 píxeles, utilizando el código ASCII para representar formas e imágenes. Aunque este enfoque poco convencional hacia los gráficos requería «escribir» imágenes en lugar de dibujarlas, proporcionó a muchos horas de entretenimiento y expresión creativa.
En resumen, a pesar de sus limitaciones, la tarjeta de gráficos CGA abrió el camino al mundo de los gráficos en color para las PC. Sin sus contribuciones innovadoras, las experiencias visuales inmersivas que apreciamos hoy en día podrían haber permanecido simplemente como un sueño lejano.
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