Annabelle Stephenson
En un giro inesperado, el enfrentamiento legal entre Epic Games y Apple ha tomado un rumbo significativo, con el Departamento de Justicia y diecisiete fiscales estatales presentando una demanda masiva contra Apple por presuntas prácticas monopolísticas en la industria de los teléfonos inteligentes. Epic Games, el creador de Fortnite, ha sido contundente al acusar a la App Store de Apple de comportamiento anticompetitivo, lo que ha establecido el escenario para una batalla legal compleja y controvertida que sigue desarrollándose.
Aunque el nombre de Epic no fue mencionado explícitamente en la demanda de 88 páginas, las acusaciones presentadas reflejan las discusiones en curso sobre prácticas anticompetitivas en la App Store.
El meollo de la queja de Epic gira en torno al requisito de la App Store para que los desarrolladores cedan el 30% de sus ingresos por compras dentro de la aplicación a Apple. A diferencia de los dispositivos Android, los iPhones no permiten la descarga de aplicaciones desde fuentes distintas a la App Store, otorgando a Apple el control sobre cada aplicación disponible. El CEO de Epic, Tim Sweeney, ha sido un crítico vocal de estas prácticas, argumentando que son monopolísticas y perjudiciales para los desarrolladores más pequeños. En un movimiento audaz en 2020, Epic permitió a los jugadores de Fortnite realizar pagos directos a la empresa, evitando la comisión de Apple. Posteriormente, Apple eliminó a Epic de su tienda de aplicaciones, desencadenando una serie de batallas legales que continúan hasta el día de hoy.
A pesar de fallos anteriores a favor de Apple, la demanda reciente coincide con muchas de las quejas de Epic.
La demanda destaca la aplicación arbitraria de las directrices de la App Store por parte de Apple y las acciones punitivas contra los desarrolladores que utilizan tecnologías que desafían la posición de Apple. La principal objeción de Epic es que se exige a los desarrolladores compartir el 30% de los ingresos de sus aplicaciones con Apple, una práctica que consideran injusta. Además, la naturaleza exclusiva de la App Store en los iPhones otorga a Apple un control sin precedentes sobre la distribución de aplicaciones, un punto de conflicto para Epic.
Tim Sweeney, usualmente franco en estos asuntos, ha mantenido una postura reservada en medio de los procedimientos legales, optando por no comentar en plataformas de redes sociales durante sus comparecencias judiciales.
Mientras la batalla legal se desarrolla, es esencial reconocer la significativa presencia de Apple en el mercado de teléfonos inteligentes y la continua popularidad de la App Store como un mercado de aplicaciones destacado. El resultado de este caso y cualquier cambio potencial en las regulaciones antimonopolio podrían tener implicaciones de gran alcance para el mercado de teléfonos inteligentes y las relaciones entre los gigantes tecnológicos y los desarrolladores de aplicaciones.
Para obtener más información sobre la implicación de Apple en disputas legales, visita [Apple Polska](https://www.apple.com/pl/).
Preguntas Frecuentes:
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