En medio de crecientes preocupaciones por la adicción al juego, los dueños de bares y clubes en Nueva Gales del Sur (NSW) están obligados a designar oficiales de juego responsable para julio. Estos oficiales serán responsables de identificar a las personas adictas al juego, especialmente durante las horas de alto riesgo entre la medianoche y las 8 am. Además, los establecimientos que operen más de 21 máquinas de juego deben contar con al menos un oficial de juego responsable presente durante el horario de apertura, y se requerirán oficiales adicionales para áreas de juego más grandes.
El papel de los oficiales de juego responsable va más allá de la identificación. También observarán y supervisarán a los huéspedes que muestren signos de adicción al juego. Además, será obligatorio registrar los incidentes relacionados con el juego en todos los establecimientos, independientemente del número de máquinas que operen.
El gobierno de NSW ha reconocido la necesidad de que aproximadamente 3,600 empleados en posiciones relacionadas con el juego se sometan a entrenamiento en juego responsable. Esta iniciativa forma parte del compromiso del Partido Laborista de reformar la industria del juego, reducir los daños asociados y eliminar las actividades de lavado de dinero facilitadas por las máquinas de juego. Según la Comisión de Crimen de NSW, los criminales aprovechan estas máquinas para lavar fondos ilegales en clubes de toda Nueva Gales del Sur.
En un esfuerzo por combatir aún más la adicción al juego, NSW planea llevar a cabo un ensayo que involucra la introducción de dinero en efectivo en las máquinas de juego. Este ensayo incluirá a 28 bares y clubes, con más de 700 máquinas de juego en exhibición. El alcance de esta iniciativa es mayor de lo que se anticipaba inicialmente, lo que demuestra la dedicación del gobierno para abordar el problema de manera integral.
El nombramiento de oficiales de juego responsable y otras medidas destinadas a controlar y reducir los daños relacionados con el juego marcan un paso significativo hacia la creación de un entorno seguro para los jugadores y la protección de personas vulnerables susceptibles a la adicción al juego.