Los intérpretes de videojuegos han tomado una posición y votaron a favor de ir a la huelga por la cuestión de las protecciones de la inteligencia artificial (IA). Las conversaciones entre el Sindicato de Actores de Pantalla-Federación Estadounidense de Artistas de Televisión y Radio (SAG-AFTRA) y los principales estudios de videojuegos han estado en curso durante casi dos años sin llegar a un acuerdo.
La principal preocupación de los intérpretes es el uso de la tecnología de IA en los videojuegos. Sin regulaciones adecuadas, las empresas de juegos podrían potencialmente entrenar a la IA para replicar las voces de los actores o crear versiones digitales de su apariencia sin su consentimiento o una compensación justa. Esto supone una amenaza significativa para los medios de vida de los intérpretes de videojuegos.
Si bien se han logrado algunos avances en las negociaciones sobre salarios y seguridad laboral, la regulación de la IA generativa sigue siendo un punto de conflicto. Los negociadores de SAG-AFTRA afirman que los estudios no han estado dispuestos a llegar a un acuerdo para abordar este problema.
Los productores de videojuegos que participan en el Acuerdo de Medios Interactivos expresaron su decepción por la decisión de ir a la huelga, argumentando que estaban cerca de llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso. Aseguran que su oferta incluye protecciones significativas de IA, como el consentimiento y una compensación justa para los intérpretes. Sin embargo, el sindicato cree que estas protecciones no son suficientes para salvaguardar los derechos de los intérpretes.
Esta huelga no solo es una amenaza para los actores, sino para toda la industria del entretenimiento. Las preocupaciones sobre la IA también han sido una fuerza impulsora en huelgas anteriores, como la huelga de televisión y cine que duró 118 días. Los intérpretes comprenden el impacto potencial en sus carreras y están preparados para el largo plazo, si es necesario.
A medida que continúan las negociaciones, queda por ver cómo los estudios de juegos y los intérpretes encontrarán un terreno común. El futuro de las interpretaciones en videojuegos depende de alcanzar un equilibrio entre los avances tecnológicos y la protección de los derechos de los intérpretes.