El Microsoft Flight Simulator ha arrasado en el mundo de los videojuegos con sus impresionantes gráficos y jugabilidad realista. Pero lo que lo diferencia de otros juegos es su capacidad de brindar una experiencia inmersiva sin consumir mucho espacio de almacenamiento.
A diferencia de muchos juegos que requieren más de 300 GB de almacenamiento, la instalación base de Microsoft Flight Simulator 2020 ocupa alrededor de 130 GB. Con las actualizaciones adicionales del mundo, la instalación completa alcanza aproximadamente los 500 GB. Sin embargo, si crees que eso es abrumador, imagina un mundo donde los SSD de tamaño petabyte sean la norma. Afortunadamente, todavía no estamos allí.
En una entrevista exclusiva con PCGamer, Jorge Neumann, el Jefe del Microsoft Flight Simulator, reveló el secreto detrás de esta maravilla eficiente en almacenamiento: la transmisión desde la nube. El juego se basa en un asombroso total de dos y medio petabytes (2,500,000 GB) de datos aéreos, que sería imposible de instalar de manera tradicional. En su lugar, esta gran cantidad de datos se transmite directamente al juego, asegurando una experiencia fluida para los jugadores.
Neumann enfatizó la importancia de la nube en la expansión de las capacidades del juego. A medida que el conjunto de datos sigue creciendo exponencialmente, el equipo ha podido agregar más aeropuertos y funciones, todo mientras mantiene un pequeño impacto en el lado del cliente. «Se siente como si todo lo que se te ocurra puedas hacerlo ahora, si abrazas la nube», explicó Neumann.
Reflexionando sobre el pasado, Neumann recordó las limitaciones que enfrentaba como creador de juegos, teniendo que comprometerse con los cuadros de animación debido a la memoria limitada. Sin embargo, con el poder de la nube, esas limitaciones son cosa del pasado. «Hoy en día, no creo que estemos limitados por eso. No me siento constreñido», expresó Neumann.
Microsoft Flight Simulator sirve como un testimonio de la revolución de la nube, mostrando cómo la tecnología de la nube puede desbloquear posibilidades aparentemente ilimitadas para el desarrollo de juegos. Con la nube asumiendo la carga de los datos masivos, los jugadores pueden surcar un mundo que continúa expandiéndose y evolucionando.
En un mundo donde el espacio de almacenamiento siempre es una preocupación, el Microsoft Flight Simulator se erige como un brillante ejemplo de cómo la nube puede revolucionar los videojuegos, permitiéndonos liberarnos de las limitaciones del espacio de almacenamiento y explorar nuevos horizontes con una creatividad ilimitada.