Pokemon Scarlet, al igual que cualquier juego nuevo de Pokemon, ha provocado una reacción dividida en la comunidad de seguidores. Mientras que algunos jugadores critican sus errores y la falta de nuevos Pokemon interesantes al comienzo del juego, otros, como yo, han llegado a apreciar el juego después de sumergirse en los DLCs. La verdad es que Pokemon Scarlet conserva el encanto nostálgico y la sensación de aventura que todos experimentamos cuando jugamos por primera vez esta querida franquicia cuando éramos niños.
La comunidad de Pokemon es vasta y diversa, con diferentes jugadores buscando diversas experiencias en el juego. Algunos se centran en la historia, personajes y en coleccionar Pokemon, mientras que otros priorizan los aspectos competitivos y las batallas PvP. Tales expectativas contrastantes hacen casi imposible que GameFreak satisfaga a todos. Quizás la solución radique en crear juegos separados adaptados a diferentes demografías de jugadores.
Personalmente, disfruto completando la historia, interactuar con los NPCs, vestir a mi personaje y completar la PokeDex. En cambio, mis amigos llevan su experiencia de juego a otro nivel al crear personajes originales. Estilos de juego tan diversos resultan en conversaciones y perspectivas distintas que enriquecen nuestra diversión con el juego.
La manera en que cada jugador se involucra con Pokemon es válida. Así como no deberíamos tachar de incorrecto a un jugador por enfocarse únicamente en coleccionar legendarios, tampoco deberíamos menospreciar a aquellos que priorizan diferentes aspectos del juego. Después de todo, los juegos de Pokemon están destinados a jugadores de todas las edades, incluidos los niños que simplemente disfrutan divirtiéndose con sus Pokemon favoritos sin preocuparse por los movimientos o estrategias de batalla.
Una queja común sobre los juegos modernos de Pokemon es su nivel de dificultad percibida. Mecánicas como el entrenamiento de amistad y el intercambio universal de experiencia hacen que subir de nivel los Pokemon sea effortless. No obstante, debemos recordar que la tediosidad no equivale a dificultad. La diversión y el desafío pueden lograrse de otras maneras. Personalmente, encuentro beneficioso el intercambio universal de experiencia, aunque sería bueno tener la opción de desactivarlo.
Lo que distingue a Pokemon Scarlet y reafirma su calidad es la sensación de emoción que evoca. La alegría de explorar Paldea, reminiscente de nuestros inicios en Pueblo Hojaverde, combinada con la caracterización más profunda de los líderes de gimnasio y rivales, otorga al juego una verdadera sensación de RPG. A pesar de los pequeños problemas con los errores y la inclusión de Pokemon más antiguos, la redacción de personajes, la función de acampada y los líderes de gimnasio y rivales más elaborados hacen que sea una experiencia agradable.
Al final, Pokemon Scarlet nos recuerda que los estilos de juego diversos y las preferencias de los jugadores son lo que hacen que esta franquicia sea tan especial. En vez de juzgar la forma de jugar de los demás, deberíamos abrazar el hecho de que todos contribuimos a la vibrante e inclusiva comunidad de Pokemon. Así que continuemos nuestro viaje como entrenadores, capturando nuestros Pokemon favoritos y experimentando la magia del mundo Pokemon a nuestra manera única.